¡El alcohol ha distorsionado la velada de la tetona en la cocina en la web cam! Cuando se trata de cocinar, ella siempre tenía una misma rutina: se colocaba ropa cómoda, seleccionaba la receta que más le provocaba y se servía un poco de vino para hacer la velada amena. Sin embargo, en esta oportunidad se ha tomado unas copillas de más y termina poniéndose muy cachonda, mientras prueba una nueva página de ciber sexo que le han recomendado por internet.
“Espero que no llegue mi padre” pensaba la tetona en la cocina, mientras conecta la webcam y preparaba su “mini estudio casero” para pajearse. “¡En realidad no debía preocuparse!” normalmente, él salía en las tardes para su segundo trabajo y tenía el piso para ella sola, pero, el miedo a que la descubrieran en un área pública familiar mientras se exhibía como una puta en la web, hacía que se le humedeciera el coño y temblaba de miedo a medida que proseguía con su plan.
Se toma un trago largo de licor para “coger calor”, lanza una última mirada furtiva para la puerta y comienza su show privado amateur: se quita su blusa, muestra su sujetador de color negro y juega con sus enormes tetones, luego, se baja sus pantalones hasta los tobillos, alardea sus braguitas rosas y se pone en cuatro patas de espaldas a la cámara web, mientras que va mostrando poco a poco sus tiernas carnes.
¡Joder! ¡Qué buen trasero se gasta la tetuda delante de la cocina! Se logra meter uno de sus dedos, suelta un grito de placer y se abre de piernas frente a todo su público para masturbarse con mucho sentimiento: se escupe la yema de los dedos, lubrica su vagina con estos y se masturba con rapidez, al tiempo que se agarra sus senos y sus ojos se desorbitan.
“¡Estoy a punto de llegar!” Acelera el ritmo, sus jadeos aumentan a medida que la penetración es más violenta y se corre como una cerda, mientras todo su rostro se torna en un color rojizo muy excitante. ¡Qué sabroso! ¿Qué esperas? Enciende la cam, accede a nuestro videochat y tócate junto a la tía que más te agrade. Entra y comprueba en carne propia, la manera más placentera de follar.