Todos los que hemos visto el contexto de la crisis en el que se encuentra la industria del porno nos estamos preguntando una sola cosa: ¿cómo pueden seguir llevando sus protagonistas esas vidas tan lujosas? La respuesta es sencilla, hay un negocio que a cada segundo que pasa se vuelven más lucrativo y que ya se figura como el futuro del sexo.
¿Ya te imaginas cuál es? Las webcams son la solución perfecta para esta crisis económica. Y no es simplemente tener sexo por cámara o masturbarse para el cliente, no, el sexo del futuro te ofrecerá varias modalidades: desde la típica simulación de sexo hasta realizar todo un espectáculo de strip clubs.
Y, aunque no te lo creas, el futuro del sexo incluye conversar con el cliente es forma del negocio.
¿Por qué es tan popular el sexo por webcam?
Simple: es muy barato. Si quieres disfrutar de este servicio es increíblemente más económico que conseguir una prostituta o comprar algún juguete sexual. Incluso hay promociones por minutos de servicios.
Por ejemplo, hay sitios donde por diez minutos sólo debes cancelar diez euros, y así sucesivamente. Parece poco dinero, pero… piénsalo, una hora tiene 60 minutos y el día 24 horas… De hecho, la expansión de este novedoso negocio es tal que ya tenemos el ganador del premio Webcammer del año, que fue LittleRedBunny (en la versión de los premios Óscar del porno).
- ¿No has escuchado de ella? Deja que te la presentemos, pues ella quién lidera el futuro del tema sexual por internet.
- ¿El futuro del sexo está en las webcams?
Pues las estadísticas parecen decir que sí y que su indiscutible reina actriz porno española, una mujer de acento francés que ha sabido convertir en una mina de oro a las webscams, vendiéndolas como el sexo del futuro y en tarifas que van desde los 4 hasta los 7 dólares sólo el minuto.
Sexo con cámara web está en auge
Y con un servicio extenso de conexiones por webcam, hay clientes que pueden durar horas (no queremos imaginar cuánto será esa factura) Pero, ¿qué la hace tan popular? Pues que no es sólo sexo por una cámara, es un espectáculo de baile que está diseñado para individuos, o para eventos privados e incluso masivos.
Un ejemplo claro lo proporciona la propia actriz porno más famosa, al afirmar que una jornada laboral consiste en dos horarios de trabajo de aproximadamente cinco horas cada uno, dedicado sólo a eventos privados, más una tercera conexión que se encuentra abierta a todos aquellos seguidores que pagan individualmente.
La cantidad de dinero que produce simplemente marea y lo más irónico es que pocas veces necesita quitarse toda la ropa: es más que todo bailar, sugerir y estimular la imaginación del cliente mientras se habla en francés (Ella en realidad es norteamericana). Por lo que resulta que el futuro del sexo está más en lo erótico y la sugestión que en el propio sexo.
Definitivamente, una forma brillante de vender un negocio, ¿no creen?