La preciosa Andrea ama los paseos al aire libre, le encanta la naturaleza y participa en planes de conservación. Pero tiene un desliz sexual que pocos conocen, un fetiche con el olor de su coño, sinceramente le encanta y cada vez que lo percibe siente ganas de masturbarse y de que se la follen hasta lo más profundo. Hoy ha querido compartir con el mundo su aberración sexual, así que esta bonita fetichista se conecta para chatear y huele sus bragas usadas frente a cientos de espectadores.
Era solo cuestión de minutos para que empezara a sentir que le estorbaba la ropa, se desviste hasta quedarse completamente desnuda para empezar a frotar los bikinis por su húmeda concha y saborearlas una a una ¿Qué no darías por recibir su ropa interior impregnada de su cachondo olor? Si tienes deseos sexuales y no has encontrado con quien darles rienda suelta, pues te tenemos una buena noticia.
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